Ya podemos disfrutar con la presencia de los nuevos juveniles de oca común o doméstica -Anser anser domesticus- en la laguna de San Antón, Adanero. Esta laguna está catalogada como zona húmeda de interés por la Junta de Castilla y León. El aprendizaje de los polluelos es rápido, observando en todo momento los gestos de sus progenitores.
Estos juveniles han sido los primeros y un tanto adelantados en eclosionar después de 30 días apxte de incubación.
Parece ser, que la mayoría de ocas o gansos domésticos actuales provienen del ganso salvaje o común -Anser anser-, del norte de Eurasia; una excepción sería la oca china, robusto descendiente de la oca cisne de Asia. No obstante, se disponen de pocos datos acerca de la domesticación de las ocas. Se conjetura que existieron diversas zonas en las que se produjo su domesticación. Existen evidencias de domesticación en Asia Menor del 4000 a.C. En Egipto parece ser que se domesticó tanto la oca común como la oca egipcia -Alopochen aegyptiacus- hacia el 2500 a.C.
En Europa, es posible que antes de las civilizaciones mediterráneas las tribus germánicas ya hubieran domesticado la oca común, todo y que no se pueda descartar que esta especie hubiera sido domesticada independientemente en otros puntos de su área de distribución. En Grecia, la oca ya se conocía en su estado doméstico hacia el 1000 a.C. Homero, el 950 a.C., ya la menciona en la Odisea, cuando narra que Penélope, la esposa de Ulises, tenía 20 ocas blancas.
Aristóteles ensalza las excelentes propiedades de esta especie como animal de mesa, y los romanos ya sabían como engordarla y aumentar artificialmente su hígado con una alimentación adecuada. Las ocas, como ya sabéis, son la fuente del “Pâté de foie-gras” que se elabora con hígado de oca hipertrofiada mediante sobrealimentación forzada y privación de ejercicio (sic).
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS/imagen: V.Coello