jueves, 10 de diciembre de 2020

 Solicitud al Excmo. Ayuntamiento de Arévalo

Las vías pecuarias forman parte del patrimonio cultural de esta Comunidad y en Arévalo tienen una especial relevancia por su confluencia, historia, superficie, así como por el valor de su uso público que sin duda ahora será distinto al tradicional. 

Las cañadas, cordeles y veredas confluentes en el término municipal de Arévalo constituyen por si solas un patrimonio público que el espíritu de la ley que las regula establece su carácter de inembargable, imprescriptible e inalienable. Es verdad que ya no son utilizadas para el uso por el que fueran concebidas pues la sociedad ha evolucionado, pero siguen formando parte del paisaje natural y siguen siendo vectores de flujo para especies de flora y fauna silvestres.

Desde antiguo en España se configuró un patrimonio público, especialmente protegido, destinado al uso predominante de la ganadería ovina. El Real Concejo de la Mesta, el importante recurso económico y estratégico que representaba la lana en gran parte del Imperio y países periféricos y el control político del territorio hicieron posible esta realidad.

Sin embargo, las cañadas o vías pecuarias, hoy en día, constituyen un patrimonio ciudadano que sufre desprotección, ocupaciones y roturaciones fraudulentas y en cierto modo desidia institucional por parte de las administraciones tutoras.

Su definición la encontramos rápidamente en la vigente Ley 3/1995, de 23 de marzo, de vías pecuarias, donde su artículo primero dice: “Se entiende por vías pecuarias las rutas por donde discurre o ha venido discurriendo tradicionalmente el tránsito ganadero” y a continuación: “Asimismo, las vías pecuarias podrán ser destinadas a otros usos compatibles y complementarios en términos acordes con su naturaleza y sus fines, dando prioridad al tránsito ganadero y otros usos rurales, e inspirándose en el desarrollo sostenible y el respeto al medio ambiente, al paisaje y al patrimonio natural y cultural”. El siguiente artículo, sobre la naturaleza jurídica de las vías pecuarias, escribe de manera clara y sosegada lo siguiente: “Las vías pecuarias son bienes de dominio público de las Comunidades Autónomas y, en consecuencia, inalienables, imprescriptibles e inembargables”. La Ley se entretiene en numerosos y necesarios aspectos dispositivos en los cuales no nos vamos a detener puesto que el objeto de este comunicado es informar de la realidad existente hoy en día en Arévalo y que este Excmo. Ayuntamiento de Arévalo haga suya la iniciativa tendente a reivindicar un patrimonio ciertamente desprotegido. Finalmente, las vías pecuarias tienen hasta tres definiciones que indican su anchura: cañada cuando la anchura no exceda de los 75 m., vereda cuando su anchura no sobrepase los 37,5 m. y cordel cuando no sea superior a 20 m.

Arévalo siempre ha sido y sigue siéndolo, un cruce activo de culturas, caminos, ecosistemas y cañadas. La leyenda de nuestros mapas geográficos refleja la existencia de varias vías pecuarias, algunas de ellas con un papel activo en el casco urbano o en las inmediaciones. La Cañada Real Leonesa Occidental, la Cañada Real Coruñesa, la Cañada Burgalesa, el Cordel de Toledo, la Vereda de la Calzada de Peñaranda son algunos de sus ejemplos. Existe, curiosamente, un espacio donde confluyen algunas cañadas y es donde se encuentra la populosa Ermita de la Virgen de La Caminanta. “Caminante no hay camino… hagamos cañada al caminar…” una de las recetas médicas cada día más recomendada.

Expuesto lo anterior sobre el papel, que lo aguanta todo, nos vamos al campo y la primera realidad con la que nos encontramos es que sabemos más o menos por dónde va la cañada, más o menos atisbamos su anchura, la que no ha sido usurpada, claro, más o menos…más o menos reiteradamente y ahí nos quedaremos en la mayor parte de los tramos de las cañadas a su paso por Arévalo. Es verdad que existe un proyecto de clasificación de las cañadas, pero también es verdad que es insuficiente y en algunos casos desfasado e inoperativo para su interpretación. Es necesario que se den los siguientes pasos para que estos espacios, este patrimonio, este dominio público sea percibido como tal con total nitidez. Los pasos siguientes deberán ser el deslinde y el amojonamiento y cualesquiera otros actos relacionados con las mismas como bien recoge su artículo quinto: Conservación y defensa de las vías pecuarias.

En la primera parte de la exposición de motivos de la ley encontramos varios párrafos de gran interés para terminar de dar cuerpo a esta expresa petición. Entre otros destacamos los siguientes: “también han de ser consideradas las vías pecuarias como <auténticos corredores ecológicos>, esenciales para la migración, la distribución geográfica y el intercambio genético de las especies silvestres” … “Finalmente, y atendiendo a una demanda social creciente, las vías pecuarias pueden constituir un instrumento favorecedor del contacto del hombre con la naturaleza y de la ordenación del entorno medioambiental” … “Todo ello convierte a la red de vías pecuarias –con sus elementos culturales anexos- en un legado histórico de interés capital, único en Europa, cuya preservación no garantiza en modo alguno la normativa vigente” (este era uno de los motivos para aprobar la Ley, en 1995).

Volvemos a nuestros terrenos y comprobamos, además, que las cañadas pueden servirnos para complementar espacios ambientales que poco a poco y no sin cierta dificultad, se han ido recuperando para el uso social de las gentes de Arévalo y Comarca. En paralelo con el Paseo Fluvial del río Arevalillo discurre la Cañada Real Leonesa occidental y claro, su recorrido, anchura y otros aspectos resultan dudosos. Comprobamos que no se encuentra deslindada y tampoco amojonada y ni siquiera sabemos si este patrimonio ciudadano se mantiene en su cabida o superficie original y no ha sido usurpado e invadido. Este es sólo uno de los ejemplos mencionables. Por ello este trabajo pretende ser una reflexión y a la vez una demanda.

La propia dinámica de la sociedad y la evolución de los tejidos agroambientales están forzando hasta el ámbito residual la función de la cañada como espacio de tránsito o descansadero ganadero. Por el contrario, la sociedad actual demanda otros usos y otra funcionalidad para este patrimonio público y ganan peso otros conceptos como las funciones ecológicas, el ocio y esparcimiento sin olvidarnos de su función histórico-cultural.

 La reflexión está servida y tenemos claro que es un patrimonio a reciclar cuyo primer paso eficaz es demandar que se revise su clasificación y se proceda a su deslinde y al amojonamiento del espacio real por donde discurre.

Hoy en día tenemos herramientas, conocimientos técnicos y recursos humanos para, desde una óptica modernista y más actualizada de los principios racionalistas de uso y conservación de los paisajes naturales urbanos, afrontar esta propuesta. Una memoria técnica y presupuestaria para 5 años es viable y el Ayuntamiento debe poner todo su empeño en reivindicar este patrimonio público a su paso por este término municipal y desarrollar un plan de uso y gestión que lo valorice, conserve y proteja.

Por todo lo expuesto se solicita a este Excmo. Ayuntamiento de Arévalo tenga a bien aceptar y hacer suya la siguiente propuesta de iniciativas:

Propuesta de iniciativas:

  1. Aprobar en el órgano de gestión administrativa que considere oportuno la solicitud formal, dirigida a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, de la necesaria revisión de las vías pecuarias existentes en el término municipal de Arévalo. Se proceda a actualizar los expedientes de clasificación y se proceda a continuación al deslinde y posterior amojonamiento de las superficies afectadas recuperando aquellas áreas o predios que hubieran sido ocupadas de manera fraudulenta.
  2. La elaboración de un plan de gestión y usos alternativos tendente a valorizar, conservar y proteger de manera activa y eficaz el patrimonio cultural y ambiental de las vías pecuarias existentes en Arévalo.

Cabe valorar que estas iniciativas apenas dejarán huella ecológica por el mínimo impacto que se generará y que el coste económico es asumible por insignificante teniendo en cuenta que son propuestas de acciones biosostenibles con el objetivo de la salvaguarda y custodia de este interesante y a la vez importante patrimonio natural que alberga el término municipal de Arévalo.

De igual modo cabe manifestarles nuestra disposición a la colaboración activa en todas las iniciativas propuestas, así como el asesoramiento técnico necesario para llevar a buen fin todo lo expuesto.

Preocupados por la conservación de estos espacios tan singulares presentes en el término municipal de Arévalo y que constituyen un capítulo más del variado Patrimonio Natural, no sólo ya de este municipio sino de la comarca de La Moraña, apelamos a la responsabilidad que les otorga la dirección de la Administración a la cual representa.

Arévalo, 5 de diciembre de 2020

Fdo. Víctor Andrés Coello Cámara

En representación del grupo de estudios ambientales Galérida Ornitólogos Abulenses

 

Sr. ALCALDE-PRESIDENTE del EXCMO. AYUNTAMIENTO de ARÉVALO