Los Pedregales y Cuesta de la Cara. Aldeaseca, Ávila
-Castilla y León-
El Binomio Arte y Naturaleza se plasma por si solo en esta preciosa imagen. La avutarda -Otis tarda- luce sus galas, luce su plumaje prenupcial a la luz de la mañana. Arévalo muestra su arte.
No es raro, sobre todo en estas épocas prenupciales, observar ejemplares de Otis tarda en estos parajes. Los machos comienzan sus propios escarceos y pretenden hacerse con el harén de hembras, para impresionarlas en el cortejo de ronda denominado "rueda".
Resulta hermoso ver volar a la avetarda, como dicen muchos lugareños, elevándose léntamente para alejarse ante cualquier temor.
Son aves muy témidas a las que se molesta sin querer, resultando esquivas en muchas ocasiones, sobre todo, cuando existe trasiego de vehículos agrarios y de otros tipos por el área de campeo.
Esta imagen muestra un nuevo paisaje para tener en cuenta. La proliferación de huertos solares por los Territorios Naturales de la Tierra de Arévalo y La Moraña es un hecho, en ocasiones especulativo. La concentración de paneles genera refracciones solares que en ocasiones pueden crear confusión a las especies de fauna de la zona. Convendría estudiar las posibles repercusiones y las actuaciones correctoras en su caso.
El arte de Arévalo es también, como la avutarda de la llanura, un elemento más que singular del paisaje y paisanaje del lugar. Arévalo, Ciudad Mudéjar, alberga numerosas edificaciones con el común denominador de este arte antiguo, este arte de la reconquista que llega a nuestros días para recordarnos que el mestizaje y la diversidad son necesarios y que son señas de identidad que no debemos dejar perder. Este Románico Mudéjar, de materiales nobles y sencillos, se encuentra a disposición de quien quiera disfrutar del sabor natural de este binomio que denominamos como Arte y Naturaleza en Armonía.
El Centro de Interpretación de La Naturaleza de Arévalo puede ser el punto de partida para recorrer los Territorio Naturales y disfrutar de los vuelos, de los sonidos, de las formas y de los colores que ante nosotros se muestran desde este magnífico escaparte que es la Llanura Cerealista de la Tierra de Campiñas al sur del río Duero.
Arévalo y las poblaciones cercanas comparten Territorio en esta Zona de Especial Protección para las Aves, denominada como Tierra de Campiñas y que se extiende, además, por las provincias de Salamanca y Valladolid. La pereza administrativa de la Junta de Castilla y León no solo no ayuda a que este espacio esté mínimamente señalizado, sino que incluso carece de las más elementales medidas de fomento, mejora, conservación y protección del ecosistema que alberga. La indefesión de las poblaciones de fauna, con algún tipo de catalogación de interés, la desaparición de los cultivos tradicionales de secano y la propia despoblación de los efectivos humanos, muestran, sin tapujos, una gestión a todas luces ineficaz e irresponsable.
GALÉRIDA ORNITÓLOGOS / fotografía: V. Coello